Documento sonoro 1

Ver datos completos

Miniatura
https://patrimoniodigital.ucm.es/r/thumbnail/1082563
Transcripción de
Antonio Oliver: -Doña Francisca, tenemos aquí con nosotros a una universitaria norteamericana, la doctora Evelyn Uhrhan de la Universidad del Estado de Dakota del Sur en los Estados Unidos, y quiere hacernos algunas preguntas en relación con Rubén Darío y con la propia vida de usted. - ¿Recuerda usted, doña Francisca, de qué modo conoció usted a Rubén Darío y en dónde? Francisca Sánchez: - Sí, señor. Recuerdo dónde lo conocí. En la Casa de Campo. Allí le conocí, en la Casa de Campo. Muy simpático. Me impresionó porque era un señor alto, buen mozo, guapo, respetuoso. Les obsequié. Se reían y me echaban piropos. Les obsequié unas flores. Las aceptaron. Después, a los dos días lo volví a ver. Vino a visitarme. Otra vez le obsequiaba las flores. Me ofreció si quería dar un paseíto por la Casa de Campo. – Cómo no. Iba con una hermanita llevada de la mano. Paseamos por la Casa de Campo. Me hizo varias preguntas. Le contestaba. Después el amigo se separó. Se separó y nos quedamos solos. (¿Dijo?) que tenía que hablar conmigo (en serio)... seriamente. – Muy bien. Cuando usted guste. -Después ya [...] y me avisó que él tenía que hacer un viaje por unos días. Tenía que ir a Málaga y Tánger. A su regreso ya tratamos de, o por lo menos él me lo propuso, de buscar un pisito. Poner nuestra casa. - Ya después hicimos un viaje para Palma de Mallorca. Fue la vez primera que vi el mar. Me gustó mucho. Fuimos a Valldemosa. Después otra vez para España..., para Madrid. Después de Madrid fuimos a Málaga, Sevilla, Valencia. Me gustó mucho todo. Sobre todo, Málaga, donde ya quedamos invitados para ir a pasar los inviernos. - Por las mañanas me llevó a ver una cosa que no había visto nunca, que llaman el copo. El copo es una red donde los pescadores traen toda clase de pescados, tirándola de los brazos. Pero al sacar el copo, enseguida me obsequió porque me llamó la atención y le pregunté ¿Y estas mujeres qué hacen aquí? Traen todas unas hormiguitas y ponen lumbre. – No, ahora lo verás – me contestó Rubén –. Vamos a comer sardinas asadas. Verás qué cosa más rica. Bueno, fuimos a comer sardinitas, lo cual que siéndome el mar tan salado, las sardinas estaban sosas.
entrevistado
Sánchez del Pozo, Francisca
entrevistador
Uhrhan, Evelyn