Número de documento 63. Carta de Rubén Darío a José Santos Zelaya

Fecha
1908-12-13
Signatura
Carpeta 1/63

Ver datos completos

Fecha
Formato
image/jpeg
Idioma (código)
spa
Cobertura espacial
Colaborador
Extensión
26,5 x 21 cm
Titular de los derechos
Seminario-Archivo Rubén Darío
Núm. páginas
[4] h.
Miniatura
https://patrimoniodigital.ucm.es/r/thumbnail/966336
Notas
es-ES Copia encuadernada en el libro de copias
es-ES Fotocopia de carta mecanografiada
Signatura
Carpeta 1/63
Identificador BUC
ARD/63
Idioma
Español
Europeana Type
TEXT
Europeana Data Provider
Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid
Transcripción de
Documento 63


Serrano 27
Madrid, 13 de diciembre de 1908.

Particular.

Señor General D. J. Santos Zelaya.
Managua.

Señor General Presidente y muy distinguido amigo:
Tuve el gusto de recbir su muy atenta de 25 de octubre ppdo.
Me satisface mucho que nuestro amigo Santiago Arguello haya hablado con Vd y le haya impuesto detalladamente de todo lo referente a la Legación y a mi persona, sobre todo, cuando he sabido las intrigas de algunos malquerientes míos, y de un instrumento de ellos un empleado despedido por incorrecciones y faltas tan graves que hubieran podido hasta llevarle a prisión. Me refiero al Sr. Julio Sedano, mejicano que tuve ami* servicio desde que fui nombrado cónsul en París. Como se que este señor ha manifestado que se le quedó debiendo algo, he enviado al Dr. Debayle, para que los muestre a Vd, documentos fehacientes que ponen en claro la superchería.
Por lo que me dice del partido liberal español, le manifestaré que con pocas variantes es el mismo conservador, como lo ha demostrado cuando ha tenido el Gobierno en sus manos. Desaciertos antes y desaciertos ahora. Esto ha obligado a los partidos de la izquierda a unirse, para lo cual están realizando una activa campaña de concentración de fuerzas en toda la Península. Si esto lo consiguen y cumplen el programa trazado por el jefe del partido liberal, es de esperar que España entre en un nuevo período de regeneración administrativa, que tanta falta le hace, y encuentren desarrollo el comercio y la industria nacionales. Con todo, la política liberal española no tiene ninguna semejanza con la nuestra.
Comprendo perfectamente que la situación actual del Tesoro no haga posible por ahora el aumento de la asignación que esta Legación tiene destinada. No insisto, pues, de ninguna manera en mi indicación anterior; pero sí le haré saber que habiendo dado, según la comunicación que recibí del Ministerio de Relaciones Exteriores, a la última disposición efecto retroactivo, estuve un mes sin sueldo y en otro recibí apenas una tercera parte, lo cual desequilibró por completo mi presupuesto. Por eso le ruego que, aunque no me aumente nada, de Vd las órdenes para que no me manden abonar ciertos gastos, que como los del cable (me refiero únicamente á despachos estrictamente oficiales y que tratan de asuntos de la Legación, y no a los particulares mios) y algunos extraordinarios e inexcusables de representación, no me alcanzan mis medios para arreglar.
Muy agradecido también le quedaría de que se me situase un pequeño depósito para dichos gastos y para subvenir a las necesidades de la Legación en casos como el de este mes, en que hasta el día de hoy no me ha enviado mi sueldo el señor Medina, dándome por razón en una carta en extremo lacónica, que no tiene fondos.
Muvho he sentido el percance ocurrido a mi amigo Luis Cousin y espero que a la fecha se encuentre ya completamente restablecido.
Mi libro sobre mi viaje a Nicaragua está ya en prensa. Son mis deseos que mis impresiones y juicios sean de su agrado.
Deseándole en unión de doña Blanca y los suyos un muy feliz año nuevo, quedo su afectísimo s.s. y amigo,