Nikolaj Pirnat está considerado como uno de los grandes artistas eslovenos del siglo XX. Cultivó la escultura, la pintura, el dibujo, la caricatura y la ilustración. Entre los años 1935 y 1937 realizó una serie de treinta y tres dibujos que tenían como finalidad ilustrar la primera traducción completa que del Quijote se hizo en Eslovenia, siendo responsable de la misma Stanko Leben, profesor de literatura francesa e italiana en la Universidad de Ljubljana. La obra se publicó en cuatro volúmenes. Esta colección ilustraciones, considerada como la obra maestra de Pirnat, va a ser expuesta, a partir del 16 de octubre, en la Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha. La muestra ha sido organizada en colaboración con la UCLM y el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha.
Desde hace unos años, el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM) está realizando un extraordinario trabajo en la recuperación de visiones del Quijote alejadas de nuestro ámbito regional. Para la divulgación de ese esfuerzo se han organizado diferentes exposiciones y se han publicado una decena de libros. Su temática es tan dispar como los materiales recogidos. Desde el clásico La Ruta de Don Quijote de Azorín, hasta Don Quijote en los ex libris, Don Quijote en los tebeos y la edición facsímil de Don Quichotte s’en va t-en guerre publicado en 1909 en la revista anarquista francesa L’Assiete au Beurre.
En el ámbito de este proyecto de investigación sobre los territorios del Quijote, los responsables del Centro de Estudios llegaron hasta la primera edición eslovena de la obra de Cervantes. Conocidas sus ilustraciones decidieron afrontar la realización de una exposición con las mismas, que en el pasado mes de abril se pudo disfrutar en la Escuela de Arte Pedro Almodóvar de Ciudad Real. Ahora llega a Toledo.
Formado en la Academia de Bellas Artes de Zagreb, Pirnat fue un tenaz defensor de ideal comunista, convencido de que la lucha de clases era el principal motor de la historia y consideraba que el artista debía sacrificarse y desangrarse en su misión. Capturado por los alemanes, primero, y los italianos, después, durante la Segunda Guerra Mundial permaneció más de un año en un campo de concentración. Unido luego a los partisanos, fue jefe de la sección pictórica de su servicio de propaganda. Tras la guerra fue nombrado profesor de la Academia de Bellas Artes de Ljublana, falleciendo en 1948 a los 44 años de edad.
Conocidos esos principios, quienes han profundizado en el estudio de su obra no dudan en afirmar que Pirnat alcanzó su mayor nivel artístico en la ilustración literaria y consideran que encontró en la figura de Don Quijote un alma gemela en su vocación de «desfacedor de entuertos». Quizá por eso, estos treinta y tres dibujos están considerados como la cumbre de la ilustración eslovena de todos los tiempos.
El conjunto presenta una gran heterogeneidad en su visión, que abarca desde el realismo al humor, la parodia, la ironía, el lirismo, la derrota o el encuentro con la muerte. Especia ternura se aprecia en el dibujo de Sancho abrazado a su incondicional rucio, insertado en el Capítulo XXX de la primera parte. Con motivo de esta exposición, el Centro de Estudios editó un catálogo que contaba con estudio crítico sobre Pirnat y su obra realizado por las profesoras Jasmina Markic y Maja Sabec de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Ljubljana.