El Rey. En veinte y cuatro de Abril próximo pasado fui servido dirigir al Decano de mi Consejo Real de Castilla el decreto siguiente: "Deseando conciliar el último é inevitable rigor de la justicia con la humanidad y la decencia en la ejecución de la pena capital, y que el suplicio en que los reos expian sus delitos no les irrogue infamia ... he querido señalar con este beneficiola grata memoria del feliz cumpleaños de la Reina mi muy amada esposa, y vengo en abolir para siempre en todos mis dominios la pena de muerte en horca ..."
BH DER 18980(252) (GF)