La protección del libro
La encuadernación es el elemento protector del libro más importante y, como tal, el primero en recibir los daños, cualquiera que sea su origen, aunque los más graves suelen provocarlos aquellos que tratan de arrancar sus componentes más valiosos. También es una de las partes que más puede cambiar a lo largo del tiempo, según las necesidades y posibilidades del poseedor, que siempre tuvo a su alcance una gran variedad de opciones: desde las sencillas encuadernaciones originales de edición, a las de pergamino –ya sea flexible o rígido – o las más lujosas en plena piel, a veces con sobre cubiertas protectoras para preservarlas. No es raro que este proceso de sustitución pueda ocasionar daños, siendo el más habitual, el guillotinado de las partes del texto.
Al estar más afectadas por el paso del tiempo y el uso, las encuadernaciones son las primeras en enfrentarse a reparaciones, algunas no muy afortunadas ya que los métodos y materiales empleados desmerecen la encuadernación original. Otras llaman la atención por su simpleza o, al contrario, por su precisión e identificación.