Razón y Fe
Hacia una estructuración del pensamiento cristiano
Durante la etapa Patrística se partía de la Revelación para elaborar los dogmas. Posteriormente triunfó la Escolástica, cuyo nacimiento no se produjo por generación espontánea. En ese movimiento intelectual, desde la apoyatura de la filosofía griega, se pretendía constituir el gran cuerpo unitario del saber cristiano en una labor de integración de la doctrina de la Iglesia en el seno del pensamiento pagano.
Una aportación notable de esta corriente fue el método intelectual desarrollado. Los escolásticos practicaron una enseñanza basada en los textos de los Padres de la Iglesia por lo general. Así surgieron las lectiones y los commentaria, mas, como existían posiciones contradictorias, nacieron las disputae, frecuentemente interminables. El filósofo Abelardo (1079-1142) introdujo el principio del sic et non (pro y contra) con el fin de conciliar pareceres aparentemente opuestos y resolver el conflicto entre razón y fe. De esta manera se fueron conformando diferentes tipos de escritos especulativos. Tuvieron gran importancia los Commentaria, las Summae, las Quaestiones quodlibetales, las Quaestiones disputatae y los Opuscula.